¿Sabías cuánto puede dañar el castigo a un perro? Cuando hablamos de utilizar métodos respetuosos o positivos para con los perros nos referimos a aquellos que buscar reforzar todas las conductas que el animal hace bien mientras intenta que las conductas erróneas sucedan con la menor frecuencia posible.
Los métodos de educación respetuosos desaconsejan el uso de castigos, y más aún en cachorros.
Utilizar castigos en la educación de un cachorro puede ser contraproducente por diversos motivos:
Está comprobado que los perros así como los humanos y la mayoría de las especies aprenden más rápido en entornos libres de castigo.
El uso de castigo y confrontación para con el animal puede llevarlo a una situación de alto estrés que desencadene en conductas agresivas.
Es muy difícil que el perro pueda comprender por qué lo estamos castigando. Los perros no pueden comprender nuestro idioma ni nuestra forma de ver el mundo. Sin embargo, son sumamente hábiles para interpretar nuestro lenguaje corporal.
Cuando castigamos a un perro por romper algo que consideramos de mucho valor, lo único que entenderá el animal es que estamos furiosos con él. El problema está en que no podrá entender por qué.
El castigar a nuestro perro ya sea de forma física o verbal deteriora considerablemente el vínculo con él.
Es muy difícil que el perro pueda comprender por qué lo estamos castigando.
Un cachorro que comienza a manifestar conductas problemáticas suele hacerlo por dos motivos: no tiene una rutina lo suficientemente enriquecida y no tiene las reglas de la casa claras.
Es decir, que para empezar con la educación del nuevo integrante de la familia lo que debemos hacer es:
Enseñarle al CACHORRO qué cosas sí puede hacer y qué cosas no.
En lugar de castigar al animal porque está mordiendo la pata de una mesa, podemos con un tono amable indicarle “no” y darle una alternativa, como puede ser un snack deshidratado masticable.
Si el cachorro agarra el snack masticable, podemos felicitarlo por ello. Este proceso deberá repetirse sistemáticamente hasta que el cachorro vaya comprendiendo esto sí y ésto no. Podemos practicar esto probando como enseñar a tu perro a dar la pata.
Establecer una rutina acorde a las necesidades particulares del cachorro:
No es lo mismo un cachorro de salchicha que un cachorro de Golden, así como también no es lo mismo un cachorro con mucha energía que un cachorro que disfruta de dormir largas siestas durante el día.
Las rutinas tienen que poder permitirles a los perros gastar energía física y mental y expresar las conductas naturales de la especie.
Es fundamental recordar que no podemos exigirle nada al cachorro si no tiene todas sus necesidades cubiertas.
Si alguna vez te preguntaste cuánto puede dañar el castigo a un perro, la respuesta es que el daño puede ser considerablemente grave.