En esta nota «mi perro gruñe cuando come» te contamos más sobre esta problemática tan frecuente. Es frecuente encontrar casos de tutores que contactan educadores caninos preocupados porque sus perros comenzaron a gruñirles cuando hay comida de por medio. Este comportamiento no debe ser subestimado ya que un perro que gruñe nos está dando una señal de que está incómodo y quiere que nos alejemos. Si no respetamos el espacio que nos está pidiendo, es posible que no le demos otra alternativa más que atacarnos. No obstante, la protección de recursos es un comportamiento normal en animales. Los perros pueden vernos como un posible competidor a quien deben ahuyentar porque es probable que intente quitarle su recurso. Nuestro objetivo como tutores será enseñarles que no estamos buscando robar su comida sino que somos una especie de aliado. Al fin y al cabo, ese recurso lo obtiene gracias a nosotros. A continuación, detallaremos algunos aspectos a tener en cuenta para tratar esta problemática:
¿Qué hacer si mi perro gruñe para protege lar comida?
evitar retar a un perro que gruñe cuando hay comida
Los perros se comunican con otros miembros de su especie y con nosotros a través de su lenguaje corporal y de diferentes vocalizaciones entre las cuales encontramos los gruñidos. Este tipo de vocalización es una señal de amenaza, es una señal que nos está indicando que el perro quiere que nos alejemos y que si no lo hacemos no tendrá más opción que atacar. En general, los gruñidos pueden estar acompañados por:
- Pelos del lomo erizados
- Ojos y mirada fija
- Cola alta, movimientos rápidos
- Inmovilidad
- Cuerpo y cara tensos
Cuando retamos a un perro por mostrarnos una señal de amenaza lo que estamos haciendo es comenzar a inhibir la señal. Esto es un grave error que debe evitarse a toda costa, dado que si el perro deja de darnos señales de advertencia, directamente pasará al paso de atacar.
no molestar al perro cuando está comiendo
La mejor forma de evitar que un perro tenga problemas de protección de recursos es realizando una correcta socialización cuando es cachorro. Si acostumbramos a nuestro perro desde sus primeros meses de vida a que no hay ningún problema con que manipulemos su alimento tendrá menor tendencia a tener problemas de protección de recursos de adulto. Es fundamental que tengamos en cuenta que:
- Nunca se molesta al animal cuando come: especialmente los niños, esto puede resultar sumamente peligroso.
- Si se está notando que el perro muestra conductas agresivas a la hora de las comidas es fundamental contactar a un profesional que pueda acompañarlos en este proceso.
Enseñarle al perro que no somos una amenaza
Es fundamental que nuestro perro entienda que no somos una amenaza para él. Para comenzar a trabajar en esto vamos a necesitar dos tipos de alimento, uno de mayor valor que otro como puede ser el balanceado que el perro suele comer (valor bajo) y trocitos de carne o pollo (valor alto). Pasos a seguir:
- Vamos a dejar un plato con algunos granitos de balanceado y dejaremos que el perro se acerque a él.
- Mientras está con su plato, intentaremos mostrarle que tenemos algo de mayor valor en la mano. Es importante realizar este paso a una distancia prudencial.
- Si el perro levanta la vista para ver qué es lo que tenemos, tiraremos los trocitos de comida a un lado y dejaremos que este los vaya a buscar.
- Vamos a repetir este paso varias veces hasta notar que el perro se va relajando con nuestra presencia cerca de él y su plato de alimento balanceado.
- Cuando notamos que el animal se siente completamente cómodo con nuestra presencia, podemos repetir el mismo paso pero esta vez tocando el plato de balanceado cuando el perro se aleja.
- Repetiremos este paso las veces que sean necesarias hasta que notemos que el animal se siente cómodo.
- Si notamos que el perro se siente a gusto con nosotros tocando su plato de comida, podemos comenzar a realizar el mismo procedimiento pero esta vez levantando el plato, y volviéndolo a bajar inmediatamente.
Esta es tan solo una explicación simplificada de un largo proceso. Cada perro es distinto y por lo tanto cada perro avanza a su propia velocidad. Existen perros con los cuales podremos avanzar hasta el último paso en cuestión de horas, y otros con los cuales nos tomará meses lograr que el animal se sienta cómodo simplemente con nuestra presencia cerca de su plato. Es fundamental no intentar avanzar de un paso al otro si el perro muestra señales de estrés, incomodidad o amenaza ya que estaremos probablemente empeorando la situación.
Practicar ejercicios de control de impulsos con el perro y la comida
Los ejercicios de control de impulsos no solo son útiles porque cumplen con una función específica como enseñarle al perro a quedarse quieto en situaciones que lo necesitamos, a no robar comida en la calle o a no bajar del cordón, sino que son excelentes para aumentar la capacidad de los animales para controlarse a sí mismos. Este tipo de ejercicios le da al perro una serie de herramientas de gestión emocional que serán fundamentales a la hora de trabajar con un perro que tiene tendencia a proteger recursos. Un buen ejercicio de control de impulsos para enseñarle a un perro que protege la comida es el ejercicio de “soltar”. Para enseñarle vamos utilizar un juguete que al perro le guste mucho, y algo de mayor valor como trocitos de carne o pollo. Vamos a jugar con el perro a tirar del juguete y en algún momento le diremos “soltá” y le ofreceremos un pedacito de comida. Si el perro suelta, le daremos el premio. Con las repeticiones irá comprendiendo que siempre que suelta cuando le decimos “solta” obtendrá algo bueno a cambio.
Lo fundamental es comprender que si bien el proteger la comida es un comportamiento natural en el perro, puede devenir en graves consecuencias si no lo trabajamos.
Nuestra recomendación es que si alguna vez notaste que tu perro gruñe cuando come, contactes a un profesional que pueda asesorarte de forma personalizada.
