Robert Llorente, docente del máster de Etología de la Universidad Autónoma de Barcelona, director de la escuela Buixits de educación canina, máster en etología, educador canino y docente principal del curso de especialización en agresividad en perros de Filosofía Animal : “Todo lo que experimente la madre durante la gestación y durante la etapa de la lactancia repercutirá directamente en los fetos y en consecuencia en el cachorro”
¿Cómo definirías la “agresividad” en perroS?
La agresividad es parte del repertorio de comunicación entre perros. Normalmente lo consideramos un problema cuando afecta al bienestar del perro, cuando es un problema para la familia humana o cuando afecta a la seguridad de otros perros o de personas. Es un problema muy relevante que debe tener en cuenta toda la población que trabaja con perros.
¿Por qué has decidido especializarte en agresión?
El tema de la agresividad me ha gustado desde siempre. Para poder trabajar con perros agresivos tenemos que tener una buena base de educación canina y para poder diagnosticar hay que conocer mucho el mundo de la etología. Así que para mí fue una fuente de motivación a la hora de querer aprender y querer conocer el problema desde la raíz.
¿Cuáles son las causas que consideras que pueden llevar a un perro a desarrollar agresividad?
Podría nombrar muchísimas causas. Una causa podría ser un perro con altos niveles de estrés. Un perro que tenga una ansiedad generalizada puede terminar teniendo problemas de agresividad.
Otra causa podría ser un perro que en una etapa temprana no tuvo una socialización adecuada. Si en el período sensible de socialización, el perro no fue estimulado de manera adecuada, pues ahí podemos llegar a tener problemas de agresividad en el perro adulto.
También podemos nombrar como una causa a las conductas aprendidas, es decir, el perro aprende que utilizar la agresividad funciona delante de perros o personas.
Otro factor influyente en el desarrollo de problemas de agresividad en perros es el periódo de gestación y lactancia, que hasta hace pocos años no se habían tenido tan en cuenta.
Y una última causa muy importante, aunque hay muchas más, es el tipo de sistema de educación empleado a la hora de educar a nuestro perro. Si es una metodología obsoleta y por lo tanto basada en el miedo, el castigo o la imposición, todo esto también puede llevar a que el perro termine desarrollando problemas de agresividad.
“ALTOS NIVELES DE ESTRÉS, UNA INADECUADA SOCIALIZACIÓN EN LA EDAD TEMPRANA, LA FALTA DE CUIDADO MATERNO Y UN SISTEMA DE EDUCACIÓN BASADO EN EL CASTIGO PUEDEN SER ALGUNOS DE LOS CAUSANTES DEL DESARROLLO DE AGRESIVIDAD EN PERROS”.
¿Cómo se puede prevenir el desarrollo de este problema de conducta?
La clave está en la medicina preventiva y en la educación. Por lo tanto, todos los que nos dedicamos al mundo de la educación canina tendríamos que concienciar mucho a las familias de la importancia de una buena educación respetuosa. Sobre todo, es importante, tener muy claras las etapas de desarrollo en los perros. Conocer estas etapas nos permitirá abordar cada una de ellas y en consecuencia no tener en el futuro un perro adolescente o un perro adulto que pueda llegar a tener problemas de conducta, sobre todo problemas de miedos y problemas de agresividad.
Por otro lado, resulta fundamental realizar una buena evaluación del perro: cómo se mueve, si descansa o no, si presenta dolores, si come o incluso preguntarse si el perro podría estar presentando alguna patología como por ejemplo alguna afección en la tiroides.
Es importante trabajar con un veterinario para poder hacer análisis previos y descartar posibles causas orgánicas. Este sería el primer paso, poder descartar que no haya ningún tipo de patología o que el perro tenga algún tipo de dolor.
¿Cuál es el tipo de agresión por el que más te suelen consultar?
Principalmente perros que han sido socializados de manera inadecuada. La falta de estimulación temprana hará que el perro cuando salga de casa, sea un perro inseguro, un perro miedoso, o incluso puede ser un perro con un síndrome de privación sensorial. Este perfil de perro le tiene miedo a todo. Entonces este miedo puede terminar derivando en agresividad.
Esto puede incluso estar acompañado por un mal manejo por parte de la familia o un sistema de educación erróneo basado en la imposición o en el castigo físico o abusivo, lo que agrava la situación.
¿Son las hembras o los machos los que tienen mayor posibilidad de desarrollar agresividad?
Según los últimos estudios, hay un número mayor de machos que pueden presentar problemas de agresividad. También hay estudios que nos dicen que cuando dos hembras tienen problemas de agresividad entre ellas, y si además conviven en una misma familia, estos problemas de agresividad son más difíciles de resolver.
¿Es heredable la agresividad?
Para responder esta pregunta hay que recordar qué significa heredabilidad. Este concepto hace referencia al porcentaje de características individuales que son atribuibles a la genética. Esto quiere decir que si hablamos del rasgo de agresión, en este caso la heredabilidad es de un 0,1, que sería un 10%. O sea que del rasgo agresión diríamos que la parte que es heredable solo es el 10%. Tenemos un 90% que está influenciado por las experiencias y por la combinación de los genes con la experiencia. Este 0,1 sería lo que hablamos de la heredabilidad. De esta forma podemos entender que prevalece la importancia de la educación temprana y la correcta socialización en las primeras etapas de desarrollo, sobre la heredabilidad de esta conducta.
“HAY ESTUDIOS QUE NOS DICEN QUE CUANDO DOS HEMBRAS TIENEN PROBLEMAS DE AGRESIVIDAD ENTRE ELLAS, Y SI ADEMÁS CONVIVEN EN UNA MISMA FAMILIA, ESTOS PROBLEMAS DE AGRESIVIDAD SON MÁS DIFÍCILES DE RESOLVER”
¿Tiene mayor incidencia el padre o la madre con respecto al desarrollo de este comportamiento?
Si hablamos desde el punto de vista genético, el macho aporta el 50% de los genes y el otro 50% lo hace la hembra. Pero en los últimos estudios se está viendo que los períodos de gestación y de lactancia influyen y mucho. Todo lo que experimente la madre durante la gestación y durante la etapa de la lactancia podría repercutir de manera positiva o de manera negativa en el desarrollo de los fetos y en consecuencia en el cachorro.
Si en este período neonatal tenemos una madre que cuida de sus cachorros, todo esto influirá de manera muy contundente en el desarrollo de ese cachorro. Cuando estamos en presencia de una madre que no se ocupa de sus cachorros, por ejemplo no los mantiene calientes con los lamidos o mediante el acicalamiento, o incluso si la madre muere en el parto, ese déficit es muy probable que repercuta en las etapas del desarrollo y en los futuros problemas que puedan aparecer en la adultez. Por lo tanto podríamos decir que la madre tiene una influencia directa con el cachorro y mucho más importante que la del padre.
“EN LOS ÚLTIMOS ESTUDIOS SE ESTÁ VIENDO QUE TODO LO QUE EXPERIMENTE LA MADRE DURANTE LA GESTACIÓN Y LA ETAPA DE LACTANCIA PODRÍA REPERCUTIR DE MANERA POSITIVA O NEGATIVA EN EL DESARROLLO DE LOS FETOS Y EN CONSECUENCIA DEL CACHORRO”
¿Qué relación existe entre el cerebro del perro y la agresividad?
Existe una relación directa entre el sistema nervioso central y todo lo relacionado con el estrés y la ansiedad que pueden llevar al desarrollo de la agresividad. Estudios científicos recientes han puesto de manifiesto que mientras más lamidas le da la madre a su cachorro durante los primeros 15 días de vida, mejor sería el desarrollo del sistema nervioso central de ese individuo. En un estudio de una misma camada se formaron dos grupos. A unos los manipulaban humanos cinco minutos al día. Al devolverlos con su madre, se dieron cuenta que ella los lamía bastante más que al otro grupo. De adultos, estos cachorros tenían una mayor tolerancia al estrés. Por lo tanto en este grupo hubo un mayor desarrollo del sistema nervioso central, simplemente porque ese efecto de que el humano los tocase hacía que la madre tuviese más interés y los lamiera más.
“ESTUDIOS CIENTÍFICOS RECIENTES HAN PUESTO DE MANIFIESTO QUE MIENTRAS MÁS LAMIDAS PROPORCIONA LA MADRE A SU CACHORRO DURANTE LOS PRIMEROS 15 DÍAS DE VIDA, MEJOR SERÍA EL DESARROLLO DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL DE ESE INDIVIDUO”
Por otro lado está el tema de la amígdala, un órgano que se encarga de gestionar ciertas emociones, como por ejemplo el miedo. La amígdala se termina de formar entre las semanas 12 y 14 de vida del cachorro, coincidiendo con el período de socialización del cachorro. Todo lo que se haga bien antes de que se termine de formar este órgano quedará grabado a fuego para toda la vida en el cerebro del perro.
¿Qué pasa si hacemos las cosas no del todo correctas en este periodo? Son perros que de grandes pueden ser inseguros, miedosos, que tengan problemas de relación o incluso falta de habilidades sociales.
Por lo tanto el sistema nervioso central está muy ligado a las etapas tempranas del desarrollo y esto repercute en el futuro desarrollo del perro adulto.
“TODO LO QUE SE HAGA BIEN ANTES DE QUE SE TERMINE DE FORMAR LA AMÍGDALA, QUEDARÁ GRABADO PARA TODA LA VIDA EN EL CEREBRO DEL PERRO”
¿Qué opinas sobre la farmacología para tratar la agresividad en perros?
La farmacología es una herramienta que está a nuestra disposición. Nunca he basado la resolución de casos en la farmacología. Yo trabajo con un equipo veterinario pero recurro a la farmacología en contadas ocasiones. Se tiene que tener en cuenta que el tratamiento farmacológico, bajo mi punto de vista, nunca se puede administrar si paralelamente no hay un trabajo de modificación de conducta.
Si utilizamos farmacología hay muchas familias que ven mejoras en sus perros: sus perros están más tranquilos, tienen una mejor fisiología interna y están reaccionando menos frente al mismo estímulo. Pero el día que tú quites la medicación, si no has trabajado, el problema seguirá estando ahí. Entonces, farmacología sola y sin una modificación de conducta adecuada, para mí, no tiene sentido.
¿Eres partidario de la castración en perros con problemas de agresividad?
La castración es un tema muy amplio y se tiene que personalizar. Se tiene que estudiar cada caso de manera individual. Un punto importante es la edad de castración. Está demostrado que estas acciones tempranas pueden dificultar o hacer que el desarrollo a nivel físico del perro y a nivel psicológico no sea el adecuado.
También hay estudios científicos que dicen que la castración incrementaría el miedo en los perros miedosos. Si tengo un perro con problemas de miedo me lo tendría que estudiar mucho, porque el 80%- 90% de los problemas de agresión en perros derivan del miedo.
¿Por qué recomiendas las actividades de masticación para perros con problemas de agresividad?
La masticación aporta muchos beneficios. En cuánto a lo neurofisiológico estimula la segregación de serotonina y dopamina, baja los niveles de adrenalina y de cortisol y segrega endorfinas. Por otro lado, si enseñamos a los perros a masticar en grupo, también estamos enseñando el respeto a la comunicación.
“LA MASTICACIÓN ESTIMULA LA SEGREGACIÓN DE SEROTONINA Y DOPAMINA, DISMINUYENDO LOS NIVELES DE ADRENALINA Y CORTISOL”
¿Qué sugerencia le puedes dar a los colegas que los llaman familias para clases con perros con problemas de agresividad?
Muchos problemas no solucionados de agresión vienen derivados de un mal diagnóstico. Entonces, si nosotros no hacemos una buena evaluación, no tenemos un diagnóstico certero y por lo tanto el plan de tratamiento puede que esté errado. No hay un tratamiento genérico para todos porque cada perro es único y cada perro vive en una familia que también es única.
Necesitamos entender al perro, ser empáticos con la familia y en función de las necesidades y las posibilidades de esta familia, crear un plan de tratamiento que sea realmente viable.
Por último, también recomiendo no mentir. Nosotros no podemos jugar con la emoción y los objetivos de la gente. Tenemos que ser muy realistas al momento de decir nuestro pronóstico. Tenemos que ser conscientes y no mentir, porque es una de las claves para trabajar con las familias que vienen pidiendo ayuda.
