En los últimos años se ha hablado mucho de las razas consideradas PPP, es decir, Perros Potencialmente Peligrosos. Hemos visto casos de perros, humanos y hasta niños pequeños seriamente lastimados o hasta incluso asesinados por animales de estas razas. Sin embargo, ¿es realmente cierto que existen razas de perros genéticamente predispuestas a ser peligrosas?
¿Qué son las razas PPP?
Perros potencialmente peligrosos (PPP) es la denominación que las legislaciones de algunos países utilizan para hacer referencia a determinadas razas de perros que son consideradas potencialmente peligrosas por sus características físicas: tamaño, fortaleza, tenacidad, resistencia al dolor. Según la ley PPP, estas razas tendrían el potencial de realizar ataques causando graves daños, en ocasiones con resultados letales. Por este motivo, algunos países como España, Colombia y Venezuela ?han establecido leyes que regulen su tenencia. Según la legislación Española, por ejemplo, las razas de perros consideradas como potencialmente peligrosas son:
- Pit Bull Terrier.
- Staffordshire Bull Terrier.
- American Staffordshire Terrier.
- Rottweiler.
- Dogo Argentino.
- Fila Brasileiro.
- Tosa Inu.
- Akita Inu.
En Venezuela, se ha prohibido la tenencia de perros de raza pitbull siendo obligatorio para todos los tutores de perros de estas razas su entrega a las autoridades para quedar en cautiverio. En Colombia se considera como PPP a todos los perros que han tenido episodios de agresiones a personas, otros perros u otros animales, así también a aquellos perros han sido adiestrados para el ataque y la defensa y a los perros que pertenecen a las razas amstaff, bullmastiff, dóberman, dogo argentino, dogo de Burdeos, fila brasileiro, mastín napolitano, pit bull terrier, pit bull terrier americano, presa canario, rottweiler, Staffordshire bull terrier, tosa japonés.
Controversias de la ley de perros ppp
La ley de perros PPP es considerada muy controversial por los siguientes motivos:
En primer lugar, existe un grado variable de homogeneidad genética en las razas lo que impide un estándar objetivo. No todos los perros de una misma raza presentan las mismas características físicas y comportamentales.
En segundo lugar, la existencia de caracteres fenotípicos comunes en otras razas no designadas como PPP. Existen razas de perros que presentan las características físicas que describe la ley de perros PPP y no están incluídos dentro del listado de aquellos perros que se consideran peligrosos.
Por otro lado, la potencialidad existe en razas muy alejadas del fenotipo atribuido en la legislación. Existen razas cuyas características físicas no son similares a aquellas que describe la ley PPP y sin embargo, sus mordidas podrían resultar sumamente peligrosas.
También existe nula importancia concedida por la ley a efectos ambientales (epigenética) habida cuenta de la baja heredabilidad de los caracteres ligados al comportamiento. Es decir, que la ley no tiene en cuenta como el ambiente puede influir en el comportamiento de un individuo (socialización, experiencias, entorno, etc.).
Finalmente, podemos hablar de una situación incierta de los mestizos.
¿Puede un perro ser genéticamente agresivo?
Es una falacia considerar que un perro es potencialmente agresivo por la raza a la que pertenece ya que en todas las razas existe variabilidad genética. Hasta lo que sabemos hoy en día, la agresividad tiene una baja heredabilidad, sin embargo el miedo es un rasgo de personalidad con una heredabilidad más alta.
Los perros no son agresivos, presentan comportamientos agresivos en determinadas situaciones por uno o varios motivos específicos.
Catalogar a un perro como agresivo puede resultar en una estigmatización bastante desacertada. Los perros no son agresivos, presentan comportamientos agresivos en determinadas situaciones por uno o varios motivos específicos. Un perro puede manifestar comportamientos agresivos por diversas causas. Entre las más frecuentes encontramos:
Padres inseguros pueden volver a un perro agresivo
Padres miedosos pueden dar cachorros inseguros ya que, a diferencia de la agresividad, el miedo presenta una tasa alta de heredabilidad. El miedo puede convertirse en agresividad si no es trabajado a tiempo.
Una mala socialización puede volver a un perro agresivo
Un perro que es mal socializado con perros, personas u otros animales puede manifestar comportamientos agresivos al desconocer cual es la forma correcta de interactuar con estos individuos. Un perro mal socializado puede resultar en un perro con miedo, y el miedo que no es bien gestionado puede desencadenar en agresividad.
Experiencias traumáticas
Un perro que ha sufrido experiencias traumáticas que involucren otros perros, personas u otros animales puede desarrollar conductas agresivas. Si, por ejemplo, el perro ha sido atacado por otro perro, podría comenzar a manifestar conductas agresivas para intentar defenderse de aquello que ahora considera una amenaza.
Vivir en entornos estresantes puede volver a un perro estresante
Ambientes poco enriquecidos, maltrato, mala alimentación, vivir en espacios reducidos, falta de zona de descanso, castigos constantes, son algunos de los factores ambientales que pueden generar estrés crónico en un animal y desencadenar en conductas agresivas.
Aprendizaje
Diversas situaciones de conflicto que el perro ha aprendido a resolver de modo agresivo.
¿Existen o no existen perros potencialmente peligrosos?
No existen razas de perros que estén predispuestas genéticamente a la agresividad. Lo que sí existen son razas de perros que en el caso de resultar agresivos pueden generar un daño mayor que otras razas. Las razas de perros consideradas PPP presentan características como las siguientes:
- Fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia.
- Perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 centímetros, altura a la cruz entre 50 y 70 centímetros y peso superior a 20 kg.
- Cabeza voluminosa, robusta, con cráneo ancho y grande Mandíbulas grandes y fuertes, boca robusta, ancha y profunda.
- Cuello ancho, musculoso y corto.
- Pecho macizo, ancho, grande, profundo, costillas arqueadas y lomo musculado y corto.
Si un perro presenta estas características, el daño potencial que puede hacer al atacar será mayor al de un caniche, chihuahua o pug carlino. Pero esto no lo vuelve ni más ni menos agresivo que ninguna de esas razas. Si tenemos un perro que presenta las características de un PPP no debemos esperar tener un problema de conducta para ocuparnos de su educación. Tanto en un perro de las denominadas PPP como en cualquier otro perro, una adopción responsable implica informarnos y trabajar a modo preventivo. Nuestras sugerencias al respecto son: brindarle al animal una buena socialización cuando es cachorro, ocuparnos de su educación en su juventud, darle una rutina enriquecida acorde a sus necesidades y brindarle un entorno libre de castigos. En el caso de que nuestro perro ya presente signos de agresividad es importante consultar con un profesional del comportamiento para que nos asesore y nos guíe en el tratamiento, al igual que haríamos con cualquier otro perro. Lo peligroso no son las razas de perros potencialmente peligrosos o PPP, sino cuando los humanos no adoptan y asumen la función de tutores responsablemente.