Los perros que roban comida de la mesa o mesada de casa son una problemática muy habitual en muchas familias.
Esto ocurre debido a que los animales son naturalmente carroñeros, esto quiere decir, que si estuvieran en estado salvaje, buscarían desechos de comida para sobrevivir.
Los perros están genéticamente predispuestos a robar comida de la mesa, el tacho de basura o en la calle. Si además, el perro tuvo la oportunidad de robar comida una vez, la conducta fue autoreforzada: la conducta de robar comida es reforzada por el “premio” que se obtiene”, la comida en si.
No es imposible enseñarle a un perro a no robar comida de la mesa, pero tendremos que tomarnos el trabajo de enseñarle al animal un hábito alternativo al robar comida que también le traiga beneficios.
Esta conducta debe ser enseñada y reforzada sistemáticamente hasta generar un nuevo hábito en el animal. Solo allí podremos tener la tranquilidad de que no buscará robar comida en nuestra ausencia. Mientras tanto, es recomendable ser muy cuidadosos y nunca dejar comida a disposición.
