Filosofia Animal 03
Como deben interactuar perros y ninos

¿Cómo deben interactuar perros y niños que no se conocen?

Las interacciones entre niños y los perros que no se conocen pueden ser peligrosas si los adultos responsables no se toman estos momentos de vinculación con responsabilidad. Los niños, pueden ser torpes, bruscos y ruidosos, conductas que no todos los perros pueden tolerar.  El vinculo entre un niño y un perro puede ser realmente maravillo siempre que respetemos la comodidad o incomodidad de ambos.  En esta nota de Filosofía Animal te contaremos más sobre cómo debería ser una interacción entre un niño y un perro desconocido. 

preguntarle al tutor si al perro le gustan los niños

Para generar una interacción entre perros y niños que no se conocen debemos ser precavidos. Cómo adultos responsables nuestra primera obligación es consultarle al tutor del perro si a éste le gustan los niños. Si la respuesta es positivo, y notamos que el perro también busca la interacción, podemos permitir que el niño se acerque a saludar. Ahora bien, a la hora de hacerlo, debemos tomar ciertos aspectos en consideración.

No dejar que el niño corra o grite cerca del perro desconocido

Los niños pueden ser algo bruscos y torpes con sus movimientos ante un perro desconocido. Algunos niños pueden resultar un tanto efusivos y vocales cuando se encuentran con algo que les resulta llamativo o atractivo como lo puede ser un animal.  Algunos perros pueden sobresaltarse por los movimientos bruscos o los sonidos fuertes, y reaccionar como consecuencia al miedo. Por otro lado, a algunos perros el movimiento los activa y sobre excita y tienden a buscar perseguir todo aquello que se mueva. Para evitar accidentes es recomendable explicarle a los niños que, si hay un perro cerca, debemos evitar correr y gritar. 

Evitar que el niño sujete al perro desconocido por cola, patas u orejas

Que un niño manipule a un perro que no conoce por la cola, pata u rejas puede ser una mala decisión. No todos los perros se sienten cómodos con este tipo de interacciones, por lo cual en el caso de que un desconocido los sujete de esta forma no sería extraño que reaccionen de manera agresiva. Debemos enseñarle a los niños que si quieren acariciar a un perro desconocido, deben hacerlo de forma suave, acariciando el lomo del animal.

Evitar que el niño abrace al perro desconocido

Las interacciones entre perros desconocidos y niños siempre deben estar reguladas por adultos. Abrazar a un perro es una conducta que puede resultar sumamente invasiva para ellos. Los perros no tienen la misma concepción de los abrazos que tenemos nosotros los humanos, por lo cual este tipo de contacto físico puede ser malinterpretado. Debemos asegurarnos de explicarles a los más pequeños de la familia que no todos los perros son fanáticos de los abrazos por lo cual, debemos evitarlos.

Enseñar al niño sobre lenguaje corporal canino: qué señales indican “peligro”

Una de las claves para evitar accidentes entre perros y niños que no se conocen es darles pequeñas pautas sobre comunicación canina. Dependiendo de la edad del niño en cuestión, podremos darles información más o menos detallada. Algunas de las señales de comunicación canina que podemos enseñarle a nuestros niños son las señales de amenaza en perros como:

  • Gruñir
  • Mostrar los dientes
  • Erizar los pelos de la espalda
  • Tensar todo el cuerpo

Si tenemos niños no tan pequeños a quienes podemos exigirles un poco más, podemos enseñarles a que estén atentos a señales de apaciguamiento en perros o señales de estrés en perros, las cuales consisten en un paso previo a las señales de amenaza:

  • Sacudirse
  • Bostezar
  • Relamerse las comisuras de la boca

Todas estas señales son manifestaciones corporales que un perro da para evitar un posible conflicto. Si no las respetamos, es posible que el animal que no conocemos no tenga otra alternativa más que recurrir a la agresividad.

qué hacer si a el perro no le gustan los niños

Si al preguntarle al tutor, éste nos dice que a su perro no le gustan los niños, tenemos que respetarlo. Forzar a un animal a una situación que genera estrés e incomodidad puede desencadenar en situaciones agresivas en donde probablemente sean los niños quienes salgan lastimados.  Como adultos podemos utilizar este tipo de situaciones para explicarle a los niños que no a todos los perros les agrada interactuar con humanos pequeños y que cuando es así, no debemos intentar saludarnos ni acercarnos a ellos. Si el perro desconocido en cuestión será un animal recurrente en la vida del niño, podemos pensar en la posibilidad de buscar un profesional que nos ayude a trabajar con él y su miedo a los humanos pequeños.

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