Cómo tutores caninos es común pensar mi perro está estresado. Al igual que las personas los perros pueden comenzar a manifestar síntomas de estrés, producto de situaciones que les están resultando desagradables. Los perros pueden estresarse por motivos como:
- Cambios bruscos en la rutina o en la dinámica familiar del perro
- Una mudanza de la familia del perro
- Ruidos fuertes a los que no están habituados (por ejemplo, una construcción o una nueva ruta de un colectivo cerca de casa)
- Falta de actividad física para el perro
- Exceso de actividad física
Comportamientos de un perro estresado
Un perro estresado es algo que debe preocupar seriamente a sus responsables caninos ya que puede traer grave problemas en su salud tanto física como mental. A nivel comportamental podemos esperar problemas como:
- Cambios comportamentales en general
- Irritabilidad y hasta agresividad
- Reacciones exageradas ante ciertos estímulos
- Apatía
- Destructividad del hogar
- Hiperactividad
- Comportamientos compulsivos o estereotipias (como perseguirse la cola, ladrar sin parar a la nada, autolesionarse patas y cola)
Señales que nos dará un perro estresado
La ventaja que tenemos es que si prestamos atención y aprendemos a comprender cómo se comunican nuestros compañeros caninos podremos leer señales de estrés antes de que sea tarde y estemos ante un problema grave. Algunas de las señales que puede manifestar un perro estresado pueden ser:
- Lamerse la nariz o las comisuras de la boca
- Sacudirse
- Orejas hacia atrás
- Cola baja o entre las patas
- Salivación en exceso
- Chequearse la zona urogenital
- Pupilas dilatadas
- Ver el blanco del ojo
¿Qué hacer si un perro está estresado?
Si notamos que nuestro perro está manifestando conductas que pueden indicarnos que está estresado, recomendamos lo siguiente.
Eliminar el castigo de la vida del animal
Nunca se debe retar ni castigar a ningún perro, pero menos aún en el caso de un animal estresado. Usar castigos con nuestros perros no solo deteriora nuestro vínculo con ellos sino que no tendrá resultados efectivos. Por ejemplo, si un día llegamos de trabajar y nos encontramos con que nuestro perro ha roto una serie de papeles importantes que dejamos sobre la mesa, de nada tendrá sentido enojarnos con el. Si le gritamos a nuestro perro y le preguntamos “qué hiciste” con un tono amenazante lo único que conseguiremos es frustrarlo y hasta asustarlo. Los animales no entienden lo que decimos pero si leen nuestro lenguaje corporal. El animal entiende que estás enojado con él, pero bajo ningún punto de vista podrá asociar que estás enojado porque rompió esos papeles. Para el, tu documentación no tiene ningún tipo de valor. El perro solo buscaba entretenerse y si ya estamos ante un caso de un perro estresado, probablemente intentando liberar estrés y ansiedad. Si lo retamos por su conducta, sólo vamos a empeorar la situación.
Descartar posibles causas médicas
Recomendamos consultar con un veterinario para eliminar la posibilidad de que exista una causa física que esté provocando dolor y malestar al animal y que haya provocado esta situación de estrés. Algunas patologías no son fáciles de distinguir a simple vista como puede ser la artritis, los comienzos de una displasia de cadera o incluso hasta un embarazo psicológico pueden generar estrés en los animales. Una visita al veterinario puede ayudarnos a detectar una causa física que esté generando un estado de malestar en el animal para comenzar con el tratamiento correspondiente.
Evaluar la rutina del animal
El aburrimiento, la falta de actividad física, la falta de actividad mental, el exceso de actividad física, el exceso de actividad mental, la falta de previsibilidad en el día a día son algunos de los factores que debemos analizar para determinar si estamos estableciendo una rutina de calidad acorde a las necesidades de nuestro compañero canino. Para garantizar una rutina de calidad, debemos incluir las siguientes actividades:
- Paseos acordes a las necesidades del perro: los perros deben pasear entre 3 y 4 veces al día. La duración de cada paseo variará dependiendo de las necesidades particulares de cada perro.
- Es importante que dejemos tomar decisiones durante el paseo a nuestro perro: dejarlo oler todo, dejarlo elegir la ruta, socializar si es que quiere hacerlo, y descansar cuando lo crea necesario.
- Además de la actividad física, debemos incluir actividades de estimulación mental en la rutina de nuestro amigo canino. Algunos ejemplos pueden ser: uso de juguetes interactivos, actividades olfatorias.
- Actividades de lamer y roer: este tipo de actividades son esenciales en la vida de todo perro y más aún para aquellos que está pasando por un momento de estrés. Morder, lamer y roer no solo son actividades gratificantes y placenteras para los perros sino que además les permiten liberar estrés y ansiedad de manera saludable.
- La rutina de nuestro perro debe incluir momentos de juegos con nosotros. El juego no solo le permite gastar energía de forma saludable sino que también es una excelente forma de reforzar nuestro vínculo con el.
Controlar estímulos que generen malestar y estrés en el perro
Si detectamos alguna situación en particular que esté generando estrés como por ejemplo ruidos nuevos, cambios en la dinámica familiar, cambio en los elementos de paseo, etc., será importante que dentro de nuestras posibilidades gestionemos o eliminemos la exposición a ese estímulo en particular. Por ejemplo, si descubrimos que a nuestro amigo canino lo estresa ver pasar a otros perros por la ventana, recomendamos bloquear temporalmente el acceso del perro a la ventana hasta que podamos trabajar en la problemática de fondo junto a la ayuda de un profesional. Si habiendo realizado los cambios pertinentes en su rutina y habiendo descartado una posible causa médica sigo pensando que mi perro está estresado, recomendamos contactar a un profesional del comportamiento canino que pueda asistirnos en el desarrollo de una terapia de reducción de estrés adecuada para nuestro caso particular.
