¿Qué es un perro humanizado?

En este artículo de filosofía animal te contaremos más sobre qué es un perro humanizado. En los últimos años los perros comenzaron a cambiar su rol en la dinámica familiar. Dejaron de ser vistos como un objeto  y comenzaron a ser tratados como un integrante más dentro de las familias. En este contexto de cambio de paradigma con respecto al papel que ocupa el perro en nuestras vidas comenzó a popularizarse el término humanización.

También queremos contarte que en Filosofía Animal ya hemos lanzado para este 2024 el nuevo curso de adiestramiento canino para aquellas personas que desean educar y entrenar a su perro de la manera correcta.

¿Qué es un perro humanizado?

La humanización consiste otorgarle al perro características antropomórficas. Es decir, atribuirle emociones, actitudes y visiones del mundo que son típicas del ser humano y prohibirle expresar sus conductas naturales de perro.  No es poco habitual encontrarnos con perros que son disfrazados para halloween, perros a los que les festejan el cumpleaños como si fueran un niño pequeño, perros que son vestidos a diario aunque las condiciones meteorológicas no lo ameriten, perros que pasean en cochecitos, y demás. También es frecuente ver casos de perros que tienen prohibido ensuciarse, revolcarse en el pasto, jugar a correr con otros perros o incluso pisar el césped. Estas son las características típicas que todos podemos identificar como humanizar al animal.

La humanización no es solo vestir al perro con ropa innecesaria, ni prohibirle que ensucie sus patitas con barro

Pero humanización no es solo vestir al perro con ropa innecesaria, ni prohibirle que ensucie sus patitas con barro, humanización también es creer que un perro actúa por celos, envidia, rencor, y demás emociones complejas que son características de la especie humana, no de los animales. El hecho de pensar que un perro rompió el sillón de casa “a propósito” no es solo atribuirle al perro una capacidad psíquica que no posee, sino también ignorar los motivos reales por los cuales el animal está manifestando comportamiento destructivos.

Humanización también es creer que un perro actúa por celos, envidia, rencor, y demás emociones complejas que son características de la especie humana, no de los animales.

En síntesis podemos decir que humanizar a un perro es antropomorfizar al animal, atribuyéndole características que son propias de la especie humana y prohibiéndole expresar comportamientos que son naturales de su propia especie como por ejemplo, ensuciarse, correr, socializar, morder, desgarrar, explorar, olfatear y demás.    Un perro humanizado es un perro que vive constantemente en frustración ya que probablemente no tenga una oportunidad en el día para ser perro. La frustración constante lleva a desarrollar estrés, lo cual puede traer como consecuencia problemas de comportamiento diversos desde conductas destructivas hasta agresividad.

Que no es un perro humanizado

Sin embargo, hay muchas situaciones que son catalogadas como humanización y que realmente no lo son. El hecho de que el rol del perro haya cambiado es producto de una nueva forma de vinculación con ellos. Las personas formamos otros vínculos con los animales, en donde los consideramos más como un par. Hasta incluso, hay personas que se refieren a sus perros como sus hijos. Un perro no es un hijo en el sentido de que somos especies diferentes con características y necesidades diferentes. Pero que una persona le da a un animal el mismo amor que a un humano, no es negativo. El punto clave está en respetar esas diferencias entre especies y brindarle al animal todo lo necesario para poder expresar sus conductas naturales de perro. Humanos y perros pueden compartir muchísimas actividades juntos que fortalezcan el vínculo entre ambos y que de ninguna manera rocen el antropomorfismo: caminar juntos, correr juntos, nadar, explorar bosques, escalar montañas, hacer trecking, y demás.

Consecuencias de tener un perro humanizado

Humanizar a un animal puede traer graves consecuencias entre las cuales podemos considerar:

• Estrés: un animal que es privado de expresar comportamientos naturales de su especie comenzará a vivir en permanente frustración lo cual traerá como consecuencia el desarrollo de estrés crónico.

• Miedos e inseguridad: un perro que es tratado como si fuera un bebe humano no tiene la posibilidad de exponerse a la suficiente cantidad de experiencias que le brinden la posibilidad de desarrollar cierta capacidad de gestión de sus emociones. Un perro al que no se le permite explorar el mundo, interactuar con el entorno y socializar es un perro que irá perdiendo confianza en sí mismo a la vez que irá haciendo asociaciones negativas con determinados estímulos como por ejemplo, otros perros.

• Obesidad: los perros humanizados suelen realizar menos actividad física por lo tanto, tienen mayor tendencia a desarrollar problemas de peso, lo cual puede llegar a traer consecuencias negativas en la salud ligadas a la obesidad.

• Hiperapego:  un perro que está acostumbrado a pasar todo el día con su humano y a compartir absolutamente todas las actividades del día juntos, puede empezar a desarrollar hiperapego.

Recomendaciones para no humanizar a un perro

Podemos tener el mismo cariño para con nuestro perro que para cualquier otro miembro de la familia, sin embargo, es fundamental que siempre tengamos en cuenta que somos especies distintas con necesidades distintas. Para evitar que un perro sea humanizado recomendamos:

• Permitirle expresar sus conductas naturales de perro: dejarlo olfatear, correr, explorar, ensuciarse, socializar, nadar, y demás.
• No exponerlo continuamente a actividades que no sean “para perros” : disfraces, cenas en restaurantes, ropa innecesaria, continuas visitas a la peluquería, etc.
• Brindarle una rutina apropiada para la especie y para las necesidades particulares del animal.

Que un perro pueda ser perro es uno de las piezas esenciales para que podamos garantizar su bienestar, cuando te preguntes qué es un perro humanizado recordá siempre la importancia de dejar que el perro sea perro.