perros que muerden todo

¿Cuándo los perros dejan de morder todo?

¿Cuándo los perros dejan de morder todo? es una pregunta que suelen hacerse muchos tutores caninos. Los perros que muerden todo son un motivo de consulta frecuente para los educadores caninos. Este tipo de conducta suele manifestarse con frecuencia en cachorros. Los tutores, suelen consultar preocupados a los especialistas en comportamiento porque consideran que sus perros están mostrando conductas agresivas o porque la intensidad de las mordidas es tal que el animal está poco a poco destruyendo la casa.

El mordisquear cosas es una conducta perfectamente normal y esperable en todos los perros, pero especialmente en cachorros ya que, al no tener manos, ellos conocen el mundo a través de su boca y su naríz.

Es un comportamiento propio de la conducta exploratoria de todo cachorro. Es habitual que nuestro perro intente morder zapatillas, muebles, ropa, cables, sus juguetes e incluso a nosotros.

Por otro lado, tenemos que tener en cuenta que al igual que los humanos los cachorros tienen dientes de leche. Estos son más pequeños y filosos que sus dientes definitivos, por lo que suele doler mucho cuando accidentalmente nos muerden. A partir de los tres meses de edad los cachorros comienzan a perder sus dientes de leche y a sustituirlos por su dentadura de adultos. Esto proceso es doloroso y molesto para algunos cachorros, y si bien la intensidad del dolor varía de individuo a individuo se considera que este proceso aumenta en ellos la necesidad de morder.

¿Qué hago si mi cachorro muerde todo?

Si bien morder es una conducta esperable en cachorros, tenemos que saber que debe ser regulada. Este comportamiento puede solo resultar molesto y un poco doloroso cuando el cachorro tiene pocos meses de vida, pero si no se regula a tiempo puede llegar a traer mayores problemas. Un perro al que le gusta morder y aprende a entretenerse de esa manera puede acabar con conductas como destructividad del hogar.

Un perro que aprende a mordernos a nosotros para jugar, puede acabar lastimándonos seriamente sin siquiera buscar hacerlo.

Para empezar a trabajarlo, tenemos que hacernos preguntas como:

  • ¿En qué momentos muerde mi perro?
  • ¿Qué le gusta morder a mi perro?
  • ¿Muerde objetos o a nosotros?
  • ¿Cómo solemos interactuar con nuestro perro?

Es muy importante no retar al cachorro cuando manifiesta este tipo de conductas. Primero y principal, porque es un comportamiento innato. Segundo, porque nuestro perro no entenderá por qué estamos enojados con él.

Castigando a nuestro cachorro solo vamos a lograr frustrarlo y deteriorar el vínculo.

¿Cómo hacemos para que el cachorro deje de morder todo?

Asegurarse de que  el cachorro tiene su necesidad de actividad diaria cubierta:

Un cachorro aburrido tiene más tendencia a morder. Si nuestro perro no gasta la suficiente energía y no tiene una rutina que incluya varios momentos de actividades al día, va a buscar opciones para entretenerse. En esta etapa de su vida el cachorro no sale a pasear mucho, pero podemos realizar actividades con el como juegos dentro de casa y práctica de habilidades caninas.

Darle al perro alternativas para morder:

Nuestro objetivo en un principio será que nuestro nuevo compañero canino deje de morder todo, no que no deje de morder. Morder es una necesidad básica para el cachorro, lo que debemos hacer es enseñarle qué es lo que puede y no puede morder. Podemos darle juguetes o snacks deshidratos masticables. Todo lo que le demos a nuestro perro en un principio debe ser bajo supervisión, para de esta manera asegurarnos de que el animal mastica correctamente y no va a tragarse pedazos grandes de snacks o huesos.

Darle heladitos al perro para evitar que muerda: 

Podemos hacer heladitos para perros para aliviar un poco el dolor provocado por la dentición. Esta actividad también los relaja en momentos de mucha sobre excitación en los cuales los perros y sobre todo los cachorros tienen tendencia a querer morderlo todo. 

No jugar con el perro con nuestras manos para no enseñarle a morder todo 

Es fundamental que seamos coherentes con lo que intentamos enseñarle al cachorro. Cuando empezamos a trabajar en regular la mordida tenemos que terminar con el “juego de manos” con nuestro perro. A partir de ahora, usaremos siempre un juguete de por medio para interactuar con él.

Lo ideal es poder usar un juguete tipo mordedor para que el cachorro descargue su necesidad de morder allí, siempre evitando que sus dientes toquen nuestras manos.

Si el cachorro accidental o intencionalmente nos muerde o incluso si uno de sus dientes rozan nuestras manos, terminaremos el juego.

Para que nuestro perro entienda que es lo que ocurrió gritaremos “ouch” con un tono de voz agudo, intentando similar el quejido de un perro. Además del grito, debemos mostrar con nuestro lenguaje corporal que su mordida nos lastimó. Los perros no entienden el idioma humano, pero si saben leer lenguaje corporal. En muchos casos ayuda darle la espalda al cachorro y hasta incluso retirarse de la habitación. Con las repeticiones, nuestro perro va a ir entendiendo que de esta manera no vamos a interactuar con el.

Ignorar al cachorro cuando nos muerde: 

Si el perro muerde nuestros pies, talones o ropa lo recomendable es ignorarlo hasta que comprenda que no es la forma de pedirnos atención. Si tocamos al cachorro o incluso lo retamos le estamos enseñando que manifestando esa conducta va a obtenerla. Sin embargo, si lo ignoramos, con el tiempo la conducta terminará por extinguirse ya que nunca recibirá algo a cambio.

Enseñarle al cachorro a soltar:

El soltar es un excelente ejercicio de control de impulsos que nos puede ayudar para regular la mordida de nuestro cachorro. Para enseñarle al perro a soltar, vamos a jugar con él con algún juguete que le guste mucho morder. En medio del juego diremos “soltá” y le ofreceremos al perro algo a cambio del juguete, como puede ser un premio comestible o comida rica. Si el cachorro suelta, lo felicitaremos y le daremos el premio.

Que los perros muerdan entre los 2 y los 6 meses de edad es una conducta esperable, lo cual no significa que no haya que trabajar en ella. Es importante ser pacientes y comprender cuales son las necesidades de nuestros perros en cada etapa de sus vidas y cuales son los comportamientos que podemos llegar a esperar en cada una de ellas para poder brindarle una rutina acorde a ellas.

No podemos exigirle nada a un perro o un cachorro si primeramente no estamos satisfaciendo sus necesidades. De esta manera, podremos empezar a trabajar de forma adecuada en el proceso de educación y aprendizaje de nuestro cachorro.

No podemos exigirle nada a un perro o un cachorro si primeramente no estamos satisfaciendo sus necesidades. No podemos preguntarnos cuando los perros dejan de morder todo todo si no les dimos antes lo que necesitan. De esta manera, podremos empezar a trabajar de forma adecuada en el proceso de educación y aprendizaje de nuestro cachorro.

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