Agresividad en perros

La agresividad en perros es una respuesta emocional y conductual. Es importante no castigarla y comprender sus causas.

tengo dos perros machos

¿Por que mi perro es agresivo?

La agresividad en perros es una problemática que desafortunadamente es muy frecuente. Los perros pueden manifestar conductas agresivas hacia perros con los que conviven, hacia perros desconocidos, a miembros humanos de la familia o a personas desconocidas. Son muy frecuentes también los casos de perros con problemas de agresividad hacia niños. 

La agresividad, puede estar ligada a causas emocionales y conductuales como problemas de miedo, territorialidad, uso de castigos en el perro y a causas orgánicas. En el caso de las causas comportamentales, la agresividad en perros se da debido a que éste interpreta la agresión como la única alternativa posible para resolver un conflicto. Se considera que un perro tiene problemas de agresividad cuando manifiesta conductas violentas para resolver una situación en reiteradas oportunidades.

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Las conductas vinculadas a la agresividad son una de las problemáticas más graves debido a que si no son trabajadas a tiempo las consecuencias pueden ser en muchos casos irreversibles. Una de las más graves es cuando el perro llega a agredir a un miembro de la familia. En muchos casos, el vínculo con el animal suele romperse y en ocasiones resulta irreparable.
Si bien las personas suelen contactar a especialistas en conducta canina una vez que el perro ya está recurriendo a la agresión en sí, los problemas de agresividad pueden y deben detectarse previamente a que el perro llegue a agredir. Antes de recurrir a la agresión, los perros con problemas de agresividad pueden dar señales comunicacionales de amenaza como gruñir, mostrar los dientes, tensar el cuerpo, erizar los pelos de la espalda, ladrar amenazantemente y más. Cuando estas señales de amenaza no funcionan, en muchos casos el animal no tiene más alternativa que recurrir a la agresividad para solucionar la situación conflictiva que se le presenta.
Si tu perro tiene problemas de agresividad no te pierdas esta nota de Filosofía Animal. Te contaremos las posibles causas y soluciones para esto.

Que causa la agresividad en los perros

Antes de pensar en posibles soluciones para los problemas de agresividad hay que intentar detectar la causa. La agresividad es un trastorno que puede desencadenarse por diferentes motivos entre los cuales podemos encontrar los siguientes:

Agresividad por miedo

La agresividad por miedo es una de las más frecuentes. Esta se da cuando el perro percibe determinado estímulo como una potencial amenaza y recurre a la estrategia comportamental de la defensa para alejar el peligro. Un perro puede presentar agresividad por miedo debido a una mala socialización o a experiencias traumáticas. El perro que presenta agresividad por miedo debido a una mala socialización es aquel que cuando era cachorro y durante el período sensible de socialización no fue expuesto correctamente a determinados estímulos. Ahora el perro percibe como extraño o peligroso aquello que no fue correctamente presentado y recurre a la agresión para ahuyentar la amenaza.
El perro que presenta agresividad por miedo debido a una experiencia traumática es aquel que ha sufrido un encuentro negativo con el estímulo en cuestión y ahora le teme. Perros que son maltratados, que fueron mordidos por otros perros, a los que se les ha obligado a hacer algo a la fuerza, pueden desarrollar miedos o fobias que desencadenen en agresividad.
También existen casos de perros que son genéticamente miedosos. En estos casos, padres o abuelos del animal presentan problemas graves de miedo que han sido heredados al cachorro.

Agresividad en perros para proteger recursos

Este tipo de agresividad tiene que ver con una conducta que para los perros es innata: proteger recursos valiosos para sobrevivir. Si en la naturaleza los animales no protegieran de competidores los recursos que se consideran valiosos (comida, agua, zona de descanso, etc.) no podrían sobrevivir. Si bien esta conducta para los perros es instintiva, se vuelve un problema al momento de la convivencia ya sea con perros o con humanos.
El perro que tiene problemas de agresividad para proteger recursos manifiesta conductas agresivas cuando alguien al que éste considera competidor se acerca a un recurso que el perro considere de valor.
El problema aparece cuando el perro interpreta que si no protege su recurso corre el riesgo de perderlo, y la forma de protegerlo es a través de la agresión. Esta es una problemática difícil de trabajar ya que estaremos intentando ir contra el instinto de un animal.
Si estuviéramos en la naturaleza, el perro protegería sus recursos de sus competidores porque si no lo hace no podría sobrevivir. Por este motivo es importante la prevención.
Si nos aseguramos de enseñarle a nuestro cachorro que nosotros no somos su competidor y nos dedicamos a establecer un vínculo de confianza y cooperación con él, disminuimos las posibilidades de que desarrolle problemas de protección de recursos.

¿Cómo trabajamos con perros que agreden para proteger recursos?

Nuestro objetivo principal debe ser el de enseñarle al perro que nosotros no somos un competidor que intentará robarle sus recursos, sino que somos parte del mismo equipo. Si el perro nos interpreta como una amenaza, probablemente vayamos a tener problemas. Para enseñarle al cachorro que no somos su competidor vamos a realizar el siguiente ejercicio:
Vamos a darle al perro algo muy rico para masticar, como puede ser un snack deshidratado, y dejaremos que se acueste unos segundos a disfrutar de esta actividad. Este será el recurso con el que vamos a trabajar.

Mientras el cachorro esté masticando su recurso, vamos a ofrecerle algunos trocitos ricos de comida a modo de intercambio.

Cuando el cachorro deje lo que estaba masticando y agarre los trocitos ricos de comida, podemos suavemente agarrar el recurso en cuestión, y casi inmediatamente se lo vamos a devolver.

Luego de varias repeticiones el cachorro irá comprendiendo que no debe desconfiar de nosotros ya que no estamos allí para robarle sus recursos.

Podemos empezar practicando esto con snacks masticables y luego ir variando a diferentes tipos de juguetes o hasta un plato de comida.

Recomendamos practicar este ejercicio varias veces al día. Sin embargo, también es importante que le demos al perro momentos de masticación en paz, sin molestarlo.

Este ejercicio es aplicable a modo preventivo con perros cachorros. Si nuestro perro adulto ya ha desarrollado problemas de agresividad por protección de recursos es fundamental que consultemos con un profesional de la educación canina.

Agresividad por causas orgánicas

Existen muchos casos de perros con problemas de agresividad repentinos que tienen su origen en una patología no detectada. Enfermedades del desarrollo, estados demenciales, enfermedades endocrinas, problemas osteo articulares, problemas infecciosos son algunas de las causas orgánicas que pueden generar problemas de agresividad en perros.
El síndrome de disfunción cognitiva es una patología neurodegenerativa muy frecuente en perros adultos. En los perros que cursan esta patología podemos encontrar cambios repentinos en el comportamiento habitual entre los cuales podemos encontrar reacciones agresivas que antes no se manifestaban.
Los tumores intracraneales pueden generar conductas agresivas en perros, sobretodo cuando estos están ubicados en el sistema límbico.
Todo proceso infeccioso o inflamatorio que genere dolor e irritabilidad en el animal puede serla causa de conductas agresivas en los perros, así como también pueden exacerbar conductas agresivas pre existentes.
En general, cuando la causa de la agresividad es orgánica notamos que su aparición es bastante súbita, no se da de forma gradual. También podemos sospechar de una causa orgánica si el perro no responde a tratamientos de modificación de conducta convencionales.
Durante los picos hormonales en el desarrollo de los perros también podemos encontrar casos de perros machos que se vuelven agresivos con otros machos como consecuencia de la elevada producción de testosterona, hormona que los puede volver más impulsivos.

Agresividad predatoria

La agresividad predatoria se trata de un tipo de agresividad que ocurre cuando algún estímulo induce la conducta cazadora del perro.
La agresividad depredadora se manifiesta, habitualmente, hacia animales de otras especies (gallinas, ovejas, etc.) pero también, de forma esporádica, hacia personas. Si bien este tipo de agresividad es poco frecuente, puede ser potencialmente muy peligrosa si tenemos animales de otras especies en casa o incluso si tenemos niños.

Otras causas de agresividad en CACHORROS O PERROS ADULTOS

Existen otras causas de agresividad en perros que pueden estar vinculadas con frustración, estrés, el uso de castigos y la agresividad redirigida.

Los perros que viven en entornos en donde el castigo es constantemente utilizado pueden desarrollar problemas de agresividad ya sea por miedo o como respuesta al estrés crónico desarrollado como producto del ambiente. 

También es frecuente encontrarnos con casos de tutores que intentan castigar perros por sus conductas agresivas y son atacados. Este tipo de agresividad, conocida como agresividad redirigida, suele darse cuando fallamos a la gestión de situaciones agresivas con nuestros perros.
También, podemos encontrar casos de perros que agreden por frustración, estrés o nerviosismo en eventos puntuales. Por ejemplo, un perro que es “acosado” por otro perro en un parque decide resolver esa situación a través de la agresividad.

La agresividad, puede estar ligada a causas emocionales y conductuales como problemas de miedo, territorialidad, uso de castigos en el perro y a causas orgánicas.

¿Existen razas más agresivas que otras?

Es común escuchar el concepto de “Razas potencialmente peligrosas” en muchos países. El problema es que el concepto ha sido malinterpretado. Las razas que son potencialmente peligrosas no lo son por ser más agresivas que otras, sino porque por su fuerza y la potencialidad de su mordida en el caso de ser agresivas pueden resultar mucho más dañinas que otras. Pero al día de hoy no existe evidencia de que algunas razas estén genéticamente más predispuestas que otras a resultar agresivas.

¿Cuándo se considera que un animal tiene un “problema de agresividad”?

La problemática de agresividad en perros y gatos es lamentablemente muy común. Tuvimos el agrado de entrevistar a Marta Amat Grau (@martaamatgrau), veterinaria especialista en conducta animal, investigadora y docente en donde charlamos sobre este tema.

Es muy importante que los propietarios aprendan a detectar los signos que da el animal, tales como gruñir o mostrar los dientes.

Si no se entienden o manejan correctamente esta situaciones pueden convertirse en problemáticas.

Cuando aparecen estos signos en el perro o en el gato, debemos consultar con el veterinario, y si éste no es especialista en conducta debe derivarse con un especialista.

La mayoría de las veces tiene que ver con un desconocimiento que tiene el propietario, de no poder comprender cómo se comunican los perros o cómo debe interrelacionarse con ellos.

Muchos de los perros que son agresivos con sus propietarios no son porque pretendan ser dominantes.

Otras veces tienen más que ver con miedos del animal, con frustración, con un mal manejo del propietario o por desconocer cómo se comporta un perro.

Para concluir, nos habló de que lo más eficaz es tomar medidas preventivas asesorándonos e informándonos desde el inicio, en el momento en que decidimos adoptar a un animal. Si tenés problemas de agresividad con perros o gatos no dudes en consultar con un profesional.

Recordá que si tu perro tiene problemas de agresividad es fundamental que consultes con un profesional.

Qué puedo hacer si mi perro es agresivo

Los problemas de agresividad en perros pueden tener múltiples causas. Identificar por qué mi perro tiene problemas de agresividad es el primer paso para trabajar en la solución. Al ser una problemática bastante grave, recomendamos realizar este proceso con la ayuda de un profesional.
Antes de comenzar con el tratamiento y sobre todo si la aparición de los problemas ha sido repentina recomendamos realizar un exhaustivo control veterinario para descargar patologías aún no descubiertas. Si la causa no es orgánica, podremos entonces comenzar a trabajar en la causa emocional o comportamental.
El tratamiento consistirá en darle a al perro una rutina de calidad que satisfaga todas sus necesidades, dar actividades que disminuyan los niveles de estrés (como lamer, masticar y desgarrar y olfatear) y trabajar en cambiar la percepción negativa que el perro tiene del estímulo o situación ante los cuales reacciona. La forma de hacer esto es generando asociaciones nuevas para el perro entre el estímulo en cuestión y otro estímulo que al animal le genere una respuesta fisiológica positiva.

Esto puede estar acompañado por algunos ejercicios de obediencia, autocontrol y ejercicios para que el perro gane confianza y seguridad en sí mismo.

Recordá que si tu perro tiene problemas de agresividad es fundamental que consultes con un profesional.

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